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Confesiones de un gerente de planta

Este libro podríamos titularlo: “Las Confesiones de un Gerente de Planta y sus Peripecias para Lograr el Éxito”, y verdaderamente creo que el estilo del autor, unido a su narración de cómo logró implementar su programa “Manufactura Libre de Desperdicios”, ofrece un alto valor al lector, expresados en términos bien prácticos.

Hago la referencia anterior porque uno de los mayores vacíos que experimentamos las personas que reconocemos la necesidad de transformar la manufactura es la ausencia de libros y publicaciones escritos en el lenguaje de la “línea de fuego” y con ejemplos dirigidos a los supervisores y líderes de equipo de la manufactura.

El autor inicia el libro con unos planteamientos, los cuales comulgo plenamente, que manifiestan que los conceptos prevalecientes de la producción en masa no son adecuados en una economía global. Esto debido a lo que se conoce como el argot manufacturero como “generación de desperdicios” (operaciones que no añaden valor al cliente, aunque él pague por ellas).

Lo anterior es ilustrado con un ejemplo del diálogo llevado a cabo en una reunión de producción, donde la búsqueda de culpables es la norma y la ausencia de soluciones permanente es el resultado.

El autor, que reconoce como orgullo que es una persona desarrollada en la línea de fuego, nos presenta un sistema desarrollado por él basado en modificaciones a los sistemas japoneses, especialmente el famoso sistema de producción Toyota, que evolucionó la industria japonesa de automóviles infligiendo profundas heridas a su contraparte en los Estados Unidos.

El autor no critica el sistema Toyota, pero aduce que su implementación, aunque importante en términos de lograr una manufactura libre de desperdicios, requiere años de implantación, lo cual unido a la diferencia cultural entre Japón y los Estados Unidos lo hace aún más difícil.

La diferencia cultural entre ambos países es un hecho histórico y mantuvo rezagadas a las industrias americanas, mientras imitaban al Japón, hasta que decidieron utilizar sus capacidades y tecnología para recuperar el liderato industrial.

Ese sistema diseñado por el autor, para mí es una modificación del sistema japonés, lo cual no considero dramático, ya que usa en gran parte técnicas probadas por Toyota, como kan Ban y la “Manufactura Justo a Tiempo”.

La gran diferencia reside en que el libro es una historia de éxito y en una transformación sólo los líderes pueden lograrlas, y John Davis, lo logró. En otras palabras, no importa la canción si el cantante es bueno.

El autor fundamenta su teoría de mejoramiento continuo en cuatro fuerzas principales: Organización de los sitios de trabajo, Flujo ininterrumpido de las órdenes, Procesamiento libre de errores, y Reducción de la preparación en los cambios en la máquina. Cada una de estas fuerzas está respaldada por las técnicas  más conocidas, producto de la influencia japonesa.

La cantidad de empleos, unido al diálogo sencillo y familiar al manufacturero, es bien respetado por mí, convirtiéndose en un excelente instrumento didáctico, capaz de crear cohesión De equipo mediante la intervención de un líder conocedor de los procesos facilitadores de un cambio.

En realidad, las técnicas ilustradas y aplicadas por Davis son producto de enfoques válidos y dirigentes, pero también valientes, evidenciado con la crítica a los sistemas de contabilidad prevalecientes y  su distribución de la carga indirecta sobre las horas ganadas.

Es un buen libro, se ve la huella del autor y de la veracidad de su iniciativa en los diferentes capítulos, ricos de ejemplos de la vida común.

Para mí, un libro diseñado para los estudiantes y empresarios, especialmente, los cuadros medios de las organizaciones.

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