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Trabajo traicionero

Nuestra sociedad se enfrenta a retos de gran magnitud. Por un lado notamos un deterioro en nuestro capital social, y por otro, somos testigos de una salud económica sin precedentes.

Sorprendentemente, el optimismo de la gente no es tangible y más bien diría que hoy impera el concepto de “a buen tiempo mala cara”.

La problemática anterior afecta muchas facetas de nuestras vidas, pero hoy, para propósitos de nuestra columna, vamos a enfocarnos en el impacto de la situación de nuestra sociedad dentro del sitio de trabajo.

Concentrar nuestro análisis en el ambiente de trabajo tiene una dimensión preponderante, dentro de una economía donde el recurso humano es el factor principal, en términos de los conocimientos aportados.

Lo anterior, claramente define que la salud física y mental de los empleados es un factor indispensable en el éxito de toda empresa.

Esta introducción, tal vez un poco larga, es básica para aquilatar la importancia de este libro, profundo en filosofía, con un vasto contenido intelectual, el cual discute los aspectos culturales e históricos del empleo y porqué la gente trabaja. El autor nos invita, en forma provocativa, a examinar con profundidad nuestros trabajos y su impacto en nuestras vidas.

Este examen para mí es crucial, no sólo en términos de nosotros mismos, si no dentro de nuestras propias organizaciones y los diferentes jugadores que mantienen una relación de trabajo dentro de la misma. Esto, por supuesto, debido a la estrecha relación del trabajo y nuestra vida personal, aspectos indivisibles en una economía del conocimiento.

El libro describe el concepto de las personas, comenzando con una discusión de esta relación desde las épocas de los romanos y los griegos. La misma es sumamente apropiada y establece unas premisas filosóficas que establecen unas bases inspiradoras para la discusión que sigue.

Otro aspecto que el autor discute es la visión romántica del libro en términos de los enfoques de la ética protestante, de acuerdo a los conceptos de Calvino y Lutero, que definían el trabajo como un designio de Dios, el cual dignificaba a los individuos.

El libro discute el concepto de lealtad, enfatizando un nuevo contrato psicológico, donde la lealtad toma un segundo nivel en la escala de valores de los individuos. Especialmente, después de lo que el autor denomina a “La Traición”, refiriéndose a los procesos de reingeniería, que impactaron en forma negativa la confianza entre patronos y empleados en los finales del siglo XX.

Está excelente libro reconoce lo paradójico de nuestra cultura de trabajo, que, por un lado, dignifica el trabajo y, por otro lado, trata de eliminarlo; enfatizando que el trabajo puede ser fuerte de regocijo, esto creado por nuestro propio ser. Pero también puede ser causa de miseria, estoy impuesto por otros.

El libro cierra con un mensaje sumamente importante, reconociendo la necesidad de la ética, la seriedad y los valores que deben rodear las relaciones dentro del trabajo, enfatizando que desde la época de Aristóteles, no hemos podido definir lo que es la libertad y cómo usarla.

Hoy, tal vez, seguimos con la misma disyuntiva, pero más que nunca debemos definir el concepto de trabajo que permita libertad y control de nuestras vidas.

¡Excelente libro!

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