Uncategorized

La nueva generación manufactura

En el año 1995 la Fundación Nacional de la Ciencia inició un proyecto para definir el marco de referencia del camino a seguir de la manufactura para enfrentarse a los retos que le deparaba la complejidad y el dinamismo de la economía mundial.

Esta Fundación integró para este estudio una serie de entidades, entre las que se encontraba “The Agility Forum”, localizada en la Universidad de Lehigh, entre otras.

Además, junto a un nutrido grupo de profesionales, incluyendo a los autores, lograron publicar un voluminoso e interesante estudio relacionado con el tema, el cual ha servido como base a este interesante libro.

El tema para mí no es nuevo. Además de leer y utilizar en diferentes publicaciones dicho estudio, también tuve la suerte de participar en varias reuniones del “Agility Forum” con universidades locales, con el objetivo de expandir la base de conocimiento en Puerto Rico.

Aunque, desgraciadamente, mis esfuerzos no prosperaron, me beneficié intelectualmente de los esfuerzos de estos grupos. Este conocimiento me ayuda a evaluar este libro, aunque la admiración que desarrollé por estos trabajos influye levemente en mis comentarios. El libro se relaciona bastante con los módulos del estudio llevando a cabo por el “National Science Foundation”. A pesar de enfatizar la parte por la cual el equipo del proyecto, integrado por los autores, desarrolló: “The Rapid Product and Process Realization” (RPPR) y “Enterprise Integration” (El), los mismos proveen un caudal de información y conceptos de gran valor para el autor.

El libro de casi 400 páginas (dividido en 20 capítulos) nos presenta los dilemas que un gerente, o más bien un líder, se enfrenta al definir las metas de las organizaciones ante las nuevas demandas de los clientes y las complejidades creadas por el cambio tecnológico. También nos presenta la necesidad de innovar, y sobre todo romper con tradiciones arcaicas,  producto de un pasado que no se repite. Esto demanda nuevas ideas y conceptos, muchos de los cuales son discutidas en este libro sin gran lujo de detalles, ya que los capítulos son sumamente cortos.

El libro tiene muchas cualidades. Tiene un enfoque extenso y diverso de la gran mayoría de los nuevos sistemas y conceptos que la manufactura comienza a usar. Enfatizo “comienza a usar”, porque los mismos requieren cambios estructurales en las organizaciones.

El aspecto anterior también es discutido por los autores, especialmente en el capítulo 15, pero el tema aflora en varias partes del libro. El libro enfatiza con gran propiedad la necesidad de enfocar las empresas más allá de sus linderos integrándolas dentro de núcleos que incluyen los suplidores, las empresas y la clientela, concepto que llama “la empresa extendida”.

La discusión de integrar las comunidades, tanto sociales como educacionales, dentro del desarrollo de nuevos conocimientos es tratada por los autores con gran propiedad y sentido de innovación.

No podemos obviar la discusión desarrollada por los autores en términos del futuro de la manufactura, especialmente su tratamiento evolutivo de nuevos productos y conceptos de negocios.

Este libro es una buena lectura. Es muy completo en comparación con otros libros de manufactura pero, sobretodo, una llave a la puerta que abre un futuro que tal vez nunca soñamos y hoy comenzamos a vivirlo.

Standard
Uncategorized

La diferencia entre mandar y liderar

Carl Sandburg, dijo una vez “nada sucede a menos que lo sueñes antes”, y debo unir este comentario a lo inspirador y tal vez paradójico del título de este libro. Una colección de una serie de artículos publicados por una autoridad tanto en los conceptos de liderato, como en teoría de cambio, como en Warren Bennis.

Bennis es claro cuando comienza este libro, al diferenciar el concepto de estar a cargo, el derecho a mandar, con el concepto de liderazgo, cuyas acciones tienen profundas consecuencias, en las vidas de otras gentes, a  veces por lo mejor o lo peor y también a veces por siempre.

Esta colección de ensayos, integra en un solo volumen un enorme caudal de los conocimientos del autor, incluyendo lo que podríamos llamar un relato de las vivencias del autor, en lo que él llama un regalo de su memoria intelectual.

La discusión de esta semblanza (Cap. 16 & 17), tiene un propósito dual. Por un lado nos provee la oportunidad de conocer a Bennis, un ícono, un titán de la ciencia y la filosofía gerencial. Por el otro lado, nos ofrece datos en información de cómo a través de las últimas décadas, el prisma a través del cual miramos las organizaciones se ha transformado. Pero sobre todo algo de interés para el lector es el conocimiento a adquirirse, producto de la relación del autor con personas como Douglas Mcgregor y otros, que han contribuido a la creación de un movimiento tan importante como las ciencias del comportamiento.

La gran mayoría de los ensayos están relacionados con el desarrollo del liderato y la teoría de cambio, ofreciendo una serie de enseñanza de alto contenido intelectual sin perder el sentido práctico, algo extraño para muchas gentes que critican la complejidad de expresión del filósofo.

Además de la autobiografía de Bennis, existen varios ensayos sumamente interesantes como el primero, “Administrando los Sueños”, relacionado con la capacidad de los líderes para inspirar a los demás. Otro artículo se relaciona con “Las cuatro competencias de los líderes”, en el cual describe una investigación que definió ciertas áreas de competencias en los líderes: Administrando la Atención, Administrando el Significado, Administrando la Confianza y Administrándose uno mismo.

Además del énfasis en el concepto de liderato y cambio, Bennis cubre con bastante profundidad los aspectos éticos relacionados con el tema y el deber de todo líder verdadero de contribuir con una herencia, de un legado ético y moral a las futuras generaciones.

No puedo obviar que una persona que hace (30) años se le conocía como futurista, nos termina el libro con una serie de interrogantes relacionadas con el futuro, en lugar de unas predicciones de que esperar en los años por venir.

Entre estas interrogantes podemos citar aquellas relacionadas con las organizaciones globales, los aspectos demográficos de la gerencia, el nuevo contrato social, la lealtad y las brechas de talentos dentro de las organizaciones entre otras.

Esta discusión y estas interrogantes de gran actualidad dicen mucho del autor, y aumentan mi respeto y consideración por el mismo.

Muy buen lectura.

Standard
Uncategorized

El valor del capital humano

En los últimos años hemos visto cambios significativos en las relaciones obrero-patronales. Por un lado, el poder de negociación a cambiado, en parte por una economía de mercado, producto de un exceso de trabajadores disponibles debido a las drásticas reducciones de personal en los últimos años.

Por otro lado, nos enfrentamos a problemas demográficos y generacionales que ha afectado los estilos gerenciales prevalecientes dentro de las organizaciones.

A pesar de lo anterior, la necesidad de personal altamente calificado y cada día se complica más. Podemos notar que este personal tiene un mayor poder de negociar mejores condiciones de empleo, y su comportamiento no es semejante al exhibido por incumbentes similares en el pasado.

O sea, el personar poseedor de experiencias deseables y conocimientos vastos proyecta un comportamiento similar a los “agentes libres” en los deportes. Por tanto, estas personas poseedoras de un capital intelectual demandan un retorno de su inversión en términos de la aportación de resultados de su talento.

Ante esta realidad, el autor reconoce y explora esta nueva relación describiendo su impacto tanto para los patronos como para los empleados, y desarrollando un concepto que él domina “Capital Humano”.

Davenport nos desarrolla, producto de sus investigaciones, una serie de teorías de cómo las compañías deben reconocer e incorporar dentro de sus políticas y procedimientos las formas de reconocer las aportaciones, en términos de inversión de talento de estos empleados, y sobre todo cómo compensar y retornar la inversión del talento capital a la empresa.

Este libro reconoce al empleado como un accionista, un codueño como resultado de su inversión y nos describe a través de sus páginas guías  y recomendaciones para reconocer la importancia del capital humano. El libro, relativamente corto, está dividido en dos partes: Parte I – Proveyendo el contenido, donde discute los aspectos relacionados con una nueva metáfora –Él Trabajador Inversionista- para luego amarrarlos con los conceptos de retorno de la inversión y las estrategias competitivas en esta nueva modalidad.

La Parte I se relaciona con las acciones a implementar para hacer esta teoría una realidad, comenzando con los procesos de selección y llevándonos a través de seis capítulos hasta la optimización y el desarrollo de métricas para medir las aportaciones de este inversionista.

Este libro, escrito en lenguaje fácil, con gran sentido de agilidad e ilustrado con tablas y gráficas que facilita su comprensión, aporta nuevos conceptos al campo de los recursos humanos.

Aunque el autor establece una ecuación que multiplica el comportamiento y el tiempo por la suma de las habilidades y el esfuerzo, creo que ignora el tremendo factor multiplicador de las interrelaciones, lo cual le resta un poco al libro.

¡Un buen libro!

Standard
Uncategorized

Sobre líderes y organizaciones del futuro

Tengo el honor de reseñar el libro Nuevas direcciones para líderes y organizaciones del futuro que acaba de presentar el distinguido empresario, académico, investigador, intelectual y amigo, Bartolomé Gamundi Cestero. Si alguien sólo tuviera la oportunidad de leer un libro este año, debe leer este que estoy comentando.

Un planteamiento fundamental de la obra es que la manera tradicional y convencional de manejar las situaciones es insuficiente e incompleta para encarar los retos y desafíos del siglo 21. Las presiones de la competencia global, la velocidad del cambio tecnológico, y las demandas crecientes de clientes más sofisticados por alta calidad y por productos y servicios elaborados de maneras eficientes y hechos en algunos casos a la medida hacen que leamos  y meditemos con profundidad sobre la nítida integración de obras, tecnologías de mejoramiento, ideas y desafíos que de una manera extraordinaria se recogen en este libro.

La lógica de argumentación, suscrita en el primer capítulo, es que hay que estudiar e investigar el mundo para entender la evolución del pensamiento de organización y administración. Es decir, que el autor prudentemente sugiere que las transformaciones del mundo, la sociedad, la economía y el conocimiento establecen las nuevas premisas para el diseño de organizaciones, la gerencia y la administración de dichas estructuras. De aquí la necesidad de explorar la relación dialéctica (y también complementaria) entre el ejercicio del liderazgo y la acción gerencial y administrativa, según se consigna en el segundo capítulo.

En el tercer, cuarto y quinto capítulo se hace resaltar el rol protagónico y creativo de los recursos humanos, que a través de sus modelos mentales conforman la cultura de trabajo, la cual tiene que estar al servicio de la diligencia estratégica con la cual la organización responderá a la complejidad del mundo, el mercado y los clientes, entre otros.

En los capítulos seis y siete se puntualiza el tema de la globalización (el desvanecimiento de fronteras jurídica, nacionales y organizacionales) para enfatizar la importancia de que las organizaciones consideren con seriedad las maneras de incrementar su capacidad de responder a las nuevas realidades. Esa es una definición sencilla pero profunda de lo que significa competitividad: capacidad de responder.

Entonces, Gamundi advierte que al diseñar organizaciones que sean capaces de responder con más pertinencia a la complejidad y a los desafíos de la economía, los negocios y el ambiente social, es menester superar el diseño de la burocracia jerárquica y tradicional, y experimentar con diseños de mercados internos que sugieren centros semiautónomos de rentabilidad con capacidad de autoorganización. Se alude a la posibilidad de cristalizar sistemas de trabajo con relativa capacidad autoorganizativa para liberar y activar la imaginación, la creatividad y la inventiva de los seres humanos.

A largo plazo, estos mercados internos se abrirán a la participación de una variedad de suplidores, y de autores y entidades que tengan intereses legítimos en lo que hace la organización. La belleza de esta progresión es que si la misma se maneja con fundamento y sensatez, estaríamos configurando una comunidad cooperativa o un sistema de comunidad de instituciones, echando así los cimientos de una democracia económica más robusta y sensible.

Un mensaje sustantivo de esta obra necesaria de Bartolomé Gamundi es que la labor en equipo, el apoderamiento y la intra y la extra empresarialidad serán premisas de trabajo para las  organizaciones que tienen que nutrirse del portafolio de su capital intelectual. Como adecuadamente dice el autor, el juego es uno de agregar valor, que significa producir ideas nuevas e implantarlas con suma rapidez. Por eso los diseños y apremiantes, a la par de que se toman decisiones con más conocimientos, competencia y estándares de excelencia. Por eso el libro es un llamado a que los ejecutivos y los profesionales lean y estudien más, a manera de establecer los fundamentos de una nueva teoría y  filosofía de colaboración y del trabajo en el contexto de las organizaciones presentes y del futuro.

Conozco a Bartolomé Gamundi hace muchos años, y puedo dar testimonio de su más decidido interés por contribuir con conocimientos y espíritu de colaboración a forjar una mejor sociedad para Puerto Rico. Este formidable libro es una elegante y sustantiva expresión de ello, que provee fundamentos poderosos que realmente nos dirigen a nuevas direcciones. Recomiendo fervorosamente este libro para profesores, estudiantes, investigadores, ejecutivos, gerentes y profesionales de todos los sectores, incluyendo gobierno, educación, manufactura, servicios y salud, entre otros, ya que encontrarán en el mundo del peritaje, profundidad y perspectivas sobre el futuro de las prácticas que contribuirán a fortalecer la efectividad de las instituciones de todas clases.

Felicitamos al periódico el Nuevo Día por el espacio que le ha otorgado a Bartty darte en la Revista de Negocios todos los domingos para deleitarnos con sus críticas y señalamientos de obras mayores.

El autor es presidente de la organización Quality for Business Success, Inc.                         

Standard
Uncategorized

Guía para la transformación gerencial

 

Cuando el ingeniero Bartolomé Gamundi comenzó a escribir sus populares reseñas de libros para Negocios del Domingo, lo hizo para motivar a la gente a leer más, particularmente a aquellos en el mundo de los negocios.

Luego de cinco años e innumerables lecturas, Gamundi estaba listo para explicar más a fondo e integrar entre sí los numerosos temas que ha criticado en estas páginas, y de ahí surgió la idea de escribir Nuevas direcciones para líderes y organizaciones del futuro, su nuevo libro que estará disponible en las librerías del país  a partir del miércoles.

“nosotros tenemos que transformar nuestra fuerza obrera, nuestros ciudadanos, para hacer que el empresario sea más consciente de los problemas de la sociedad y de la responsabilidad que tiene”,  señaló el actual gerente general de Electro Biology y ex presidente de la Asociación de Industriales, para explicar su propuesta a los líderes puertorriqueños.

“Hoy por hoy el mayor número de empleados está en la empresa privada, ya sea de construcción, manufactura, al detal o de servicios, y por tanto yo creo que el empresario tiene que dar un ejemplo que realmente motive una mayor participación de todos los niveles de la organización, no solamente en el proceso gerencial, sino en el proceso social de la transformación de Puerto Rico”.

Una de las principales metas con esta publicación es que se utilice como texto en las universidades para llevar el mensaje de que los estudiantes no deben leer exclusivamente la teoría, sino empaparse con las otras lecturas complementarias que se encuentran en Nuevas Direcciones.

“En segundo lugar, quiero llevárselo a los gerentes para que se den cuenta de que somos estudiantes de por vida. Cuando tú sales de la universidad, tú no  terminaste de estudiar, sino que verdaderamente tienes que dedicarte a leer de por vida y seguir adquiriendo conocimientos”, señaló Gamundi, quien nació en la República Dominicana y ya vivido la mayor parte de su vida en Puerto Rico.

Además de presentar las reseñas del autor que han aparecido en Negocios del Domingo, el libro analiza una amplia gama de temas, desde la evolución de la administración y la planificación estratégica hasta el diseño de las organizaciones y la globalización.

Sobre este último tema, Gamundi opinó que para hablar de globalización Puerto Rico, es necesario que se comience a analizar dónde realmente se encuentra la isla económicamente, a través del establecimiento de los parámetros de medición económica que la globalización demanda.

El ingeniero también considera que es vital crear “think tanks” o grupos apolíticos de intercambios de ideas integrados por profesionales de todos los ámbitos que puedan discutir y proponer ideas que realmente ayuden a la isla a mantenerse en el sitial de la economía global.

Standard
Uncategorized

Deuda con la sociedad

“El peso de la nueva economía es más ligero, literalmente hablando, a lo que era antes. Ya que nadie anticipó que los conceptos y las ideas iban a substituir los recursos físicos y el esfuerzo humano en la producción de bienes y servicios”.

Con estas palabras, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de EE.UU., hizo un reconocimiento a una nueva economía durante un discurso en la ciudad de Dallas.

Para muchos, esta nueva economía postindustrial es la economía del conocimiento, que descansa en nuevas tecnologías, la globalización, y nuevas generaciones de personas integrándose a los lugares de trabajo. En esta economía, se enfatizan los activos intangibles, tales como las relaciones, los conocimientos, el capital humano y las marcas registradas.

Hoy, las compañías rompen con los  paradigmas existentes, creando nuevos modelos y reconociendo el cambio como la única constante. Además, hay un énfasis en el reconocimiento del capital intelectual, el valor del conocimiento, la experiencia y la capacidad creativa e innovadora del recurso humano, tanto en las organizaciones como en la sociedad.

Se resalta la importancia del capital humano nuestras organizaciones, destacando la integración de las capacidades y destrezas con el crecimiento espiritual de los individuos, demandando líderes más humanistas y con alto sentido de sensibilidad.

Hoy somos testigos de nuevos enfoques, orientados a transformar los lugares de trabajo, dirigidos a proveer mayor amplitud en las áreas  de trabajo, más conocimiento y beneficios en línea con la contribución. Estamos orientados a crear organizaciones que aprenden de sus errores, integrando la fuerza laboral en equipos autodirigidos que trabajan bajo el concepto de células de trabajo.

Problemas de equipo

El concepto de equipos, aunque generalizado, confronta en la práctica serios problemas de implementación. En parte debido a que aunque reconocemos la realidad de una economía del conocimiento, seguimos implementando los cambios bajo las premisas de lo que Kenichi Ohmae llama “El Continente Visible”, el mundo actual de hacer negocios donde el valor de las compañías se define en términos de su valor presente, regido por paradigmas convencionales.

Desgraciadamente, al diseñar los equipos de trabajo, sólo consideramos las destrezas complementarias, los adiestramientos cruzados e instrumentos de motivación que no van a la par con las demandas de la fuerza laboral de hoy. Nos conformamos con equipos sin cohesión y que no pueden lograr la optimización que se persigue.

No consideramos la definición y el compromiso de las relaciones entre los diferentes miembros de los equipos de trabajo, ignorando que la clave de un buen equipo reside en el respeto mutuo, y en cómo las diferentes relaciones que demandan los objetivos comunes se administran y se logran.

Por tanto, el lograr la cohesión entre los miembros de los equipos y el compromiso de las relaciones entre sus miembros no es fácil. Es necesario que haya confianza mutua entre todos los componentes del equipo. Debemos reconocer que somos tímidos al enfrentarnos a los problemas sociales de nuestro ambiente externo, y a menos que los empresarios reconozcamos la necesidad de participar en la formación del capital social, será imposible competir en esta nueva economía.

El capital social como ventaja

El capital social no es un concepto de nuevo cuño, sea utilizado por Lyda Judson Hanifan en el 1916 para describir los centros comunitarios de las escuelas rurales, y por Jane Jacobs en su obra “The Death and Life of Great American Cities”.

Existen varios pensadores que discute el término, uno de ellos Francis Fukuyama, en su libro “La Gran Rotura, la Naturaleza Humana y la Reconstrucción del Orden Social”, define el término como “un conjunto de  normas y valores compartidos por los grupos que esperan un comportamiento de cooperación entre ellos mismos. La consumación de intercambios honestos y confiables proporcionará la confianza entre unos y otros. Esta confianza será el lubricante de grupos, organizaciones y la sociedad civil”.

Robert Putman, en su libro “Bowling Alone, The Collapse and Revival of American Community”, lo define como “la conexión de los individuos en redes y normas sociales de reciprocidad y confianza que surgen de las relaciones entre los mismos”.

El tema de capital social adquiere una importancia cardinal dentro del tema de la administración del comportamiento, complicándose su comprensión por la ausencia de medidas que nos permitan cuantificarlo. A pesar de esto su contribución a la productividad de las empresas permanece incuestionable.

Desafortunadamente, los principales indicadores son negativos, por ejemplo: la criminalidad, niños sin padre, reducción de las oportunidades educativas, los resultados de la educación, los divorcios, la corrupción, la apatía por asumir responsabilidades por el bien común, y la ruptura de los vínculos familiares.

Hoy, en el mundo y en Puerto Rico, el orden social está trastocado. Sobre todo, por los fallos de los últimos gobiernos en proveer un modelo racional y digno para nuestros tiempos, que rompen lo que Max Weber denominó “burocracia racional”, que es la esencia misma de la vida moderna.

La sociedad del conocimiento no puede organizar los individuos, ejerciendo la autoridad mediante normas formales y burocráticas. Por el contrario, la descentralización de la autoridad se impone, confiando en la capacidad de las personas en autoorganizarse. Esto será imposible sin la existencia de normas formales e informales que propician el respeto mutuo, la confianza entre los miembros de la sociedad civil y las comunidades de negocios.

El capital intelectual no puedo optimizarse sin el capital social, convirtiéndose en un alma competitiva de gran injerencia para los admiradores del presente. Hoy, la clave es preguntarnos… ¿debemos los empresarios participar en asuntos que aparentemente están fuera del ámbito de sus organizaciones? La respuesta es afirmativa, como una respuesta a la relación simbiótica entre el capital intelectual y el capital social.

Los empresarios debemos adoptar un papel protagónico de liderato en aumentar los activos del capital social, no podemos limitarnos con el adiestramiento técnico de nuestros empleados. Debemos prepararlos para ser mejores ciudadanos, líderes de familias, capaces de votar con conciencia y no permitir el engaño de las campañas políticas, ausentes de profundidad e irresponsables en términos de promesas.

Los empresarios deben contribuir a la educación de las generaciones que mañana será nuestra familia y comunidad empresarial. Hoy más que nada necesitamos una sociedad civil dotada del valor que hoy el presente demanda, con la capacidad de poder soñar y contribuir a la edificación de estos sueños.

Me atrevo a decir que aquellos países que logren incrementar su capital social serán los líderes del mañana.

Standard