Los escándalos financieros de los últimos años han incrementado la responsabilidad de la alta gerencia y sus interlocutores (“stakeholders”), en términos de informar con una mayor transparencia sus intenciones, acciones y actividades de negocios.
La década del 1992 al 2002 marco nuevos senderos en términos del desarrollo de la responsabilidad social corporativa y y el desarrollo sustentable, con aspectos que sin lugar a dudas impactaron el mundo corporativo y las sociedades en forma positiva.
Pero en realidad hoy, Como discutiremos más adelante en este artículo, la situación demandada un incremento significativo en los niveles de confianza para asegurar el reconocimiento de los programas de nuevo y viejo cuño, Y el desarrollo de nuevas y efectivas soluciones a los problemas que nos presenta el siglo XXI.
Éste artículo se inspira en los resultados de la Cumbre de Desarrollo Sustentable celebrada por la Naciones Unidas en Johannesburg, Africa del Sur.
La cumbre incluyó un nuevo énfasis en el análisis de los informes corporativos. Específicamente, se habló del concepto de los “triples resultados”, que integran lo financiero, lo social y lo ambiental.
Tras la publicación posterior de “Engaging The Stakeholder”, que abrazó el concepto de lo que también se conoce como “Global Reporting Initiative”, se está persiguiendo una cobertura más amplia, más cuantitativa y fundamentada en indicadores desarrollados con cierta base científica. Las nuevas iniciativas han tenido sus resultados esperados, según validado por la segunda encuesta internacional de informes de sustentabilidad. La encuesta arrojo evidencia de mayor énfasis al desempeño relacionado con los aspectos sociales de las empresas.
La declaración de “La cumbre de Johannesburg” enfatiza la necesidad de que el sector privado reconozca su responsabilidad de informar con veracidad su obligación corporativa.
El esfuerzo no significa una disminución de los enfoques de la línea de triple resultados. Todo lo contrario, le probé la credibilidad para llevarlo a nuevos niveles, pero requiere intensos esfuerzos en los tres elementos que definen la ecuación de la confianza y credibilidad, a saber:
- Materialidad: Este es uno de los principales retos corporativos en términos de identificación corporativa en la filosofía de la línea del triple resultado (financiero, social y ambiental). La verticalidad es la mayor arma para convencer los mercados financieros de esta intención corporativa. La identificación corporativa con la sustancias es la mayor forma de evitar “The Carpet Bombing Syndrome” o una avalancha de compañías informando actividades en sus informes anuales, ausentes de calidad y contundencia. Por ejemplo, Los indicadores de sustenta habilidad no han experimentado cambios desde el 2000, Y por otro lado el número de promedio de la longitud de páginas de los reportes, aumentó por 45% sin aumentó en calidad.
- El El papel de las corporaciones en asumir responsabilidad por la línea de triple resultado demanda el total compromiso de todos los niveles de la corporación, enfatizando el compromiso de la junta de directores y los miembros directivos de las organizaciones.
- Las marcas y su desarrollo. Los dos enfoques anteriores demandan nuevos enfoques en ruta al futuro para asegurar su confianza y credibilidad. Los dos puntos anteriores edifican la reputación de las compañías, pero nos preguntamos, ¿cual es el impacto del producto y las marcas dentro de nuestra imagen? Por ejemplo, sito la revista El Economista del 8 de septiembre de 2001, “El tratar de promover la responsabilidad social empresarial en una sociedad orientada al consumo, dependerá en términos del éxito o fracaso, de las estrategias de integrar las filosofías de responsabilidad social y sustentabilidad en el mercado de las marcas”. Otro ejemplo es Herbert Hainer, presidente de Adidas Salomon, quien dijo que quiere “impregnar con nuestros valores de autenticidad, inspiración, compromiso y Épica en nuestras alianzas con mano factureros y distribuidores que fabrican y distribuyen nuestros productos”.
Lo importante es unificar la filosofía aquí discutida a todos los niveles de la organización. Hoy no podemos perder la perspectiva que las 3 áreas son importantes, pero su éxito está en la integración y sinergia de los mismos.
No existen dudas en mi mente que aquellas compañías sociales responsables, conscientes del desarrollo sustentable, comprometidos con informar resultados en lo económico, lo social y ambiental, Son más exitosas en términos financieros.
Como señala George Dallas, de Standard&Poor’s, “si los asuntos de sustentabilidad van a tomar mayor prominencia para los inversionistas, Los administradores y directores necesitan evidenciar en forma tangible la conexión entre el desempeño sustentable y la valorización de la compañía”. Basado en lo anterior la cumbre identificó siete temas que necesitan estudio en nuestra ruta del futuro:
Los analistas financieros y la incorporación en sus análisis y evaluaciones de los aspectos sociales y ambientales de las compañías.
Verificación y confiabilidad: Los indicadores globales requieren por lo menos en sus comienzos verificación y certificación externa de autenticidad.
Consideración de la cadena de Suplidores: El comportamiento y las consideraciones éticas con los suplidores, pronto pago, negociaciones etc.
Actuación en las economías en transición y emergentes: El respeto y adhesión A los principios sustentables son de rango mundial y no existen doble estándares de desempeño, no importa el país donde la compañía opere.
La línea final de resultado: Los resultados finales deben evitar comentarios “cosméticos” Y concentrarse en su dimensión social: Pago a tiempo a suplidores reinversión en el negocio, etc.
Marca y reputación: crear conciencia de la importancia de los productos en su comunidad, en los consumidores y la importancia de la reputación.
Gobernabilidad: la gobernabilidad corporativa tiene una obligación esencial con la eficiencia, la responsabilidad, la honestidad y la obligación de un liderato responsable.
Como se puede apreciar de lo resumido, los retos futuros son enormes. El Comité de responsabilidad social de la Cámara de Comercio tiene un profundo compromiso en educar y perseguir la búsqueda de cambios en la masa crítica de nuestro entorno económico, social y ambiental, que a la vez evitan enfoques cosméticos que nada logra.
Bartolomé Gamundi es presidente del comité de responsabilidad social empresarial de la Cámara de Comercio de Puerto Rico.