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Las juntas corporativas

Las juntas corporativas han sido blanco de críticas y de demandas legales. Sobre todo, hemos podido observar un incremento en la desconfianza del público en general y de las agencias reguladoras en el desempeño de los miembros que forman parte de las juntas de directores, tanto en términos éticos como legales, Al igual que en términos de la ejecución tanto de empresas privadas como aquellas sin fines de lucro.

Este cúmulo de presiones se debe, por un lado, a los escándalos provocados por los miembros de juntas de directores, ejecutivos de compañías que defraudaron a los accionistas y a sus empleados. Pero también se debe a que el desempeño de los miembros de muchas juntas no ha estado a la par con el rol de consejeros al que han sido elevados, muchas veces por el desconocimiento de lo que de ellos se espera. De ahí las ventajas que este libro ofrece al lector, especialmente para aquellos que forman parte de diferentes juntas de directores. Por años he visto y discutido con muchas personas lo que se espera de los miembros de una junta de directores. He notado una inclinación a confundir el rol de asesor con una participación operacional, lo cual, además de arriesgado, reduce la capacidad de recomendar y asesorar característica de estos profesionales. Hoy, El papel de los miembros de una junta de directores se ha desarrollado de un enfoque de asesoramiento a los accionistas a uno que considera el asesoramiento de los múltiples interesados de las  corporaciones (Stakeholder).

Este libro tiene un enfoque bien práctico, orientado a evolucionar juntos en términos de su efectividad y su comportamiento, de gobernabilidad,  de manera tal que se puedan establecer parámetros de evolución proporcionales a los objetivos y compromiso con los resultados de la junta y sus miembros. Además, enfatiza el desarrollo de medidas o métricas desarrolladas en términos de las expectativas estratégicamente desarrolladas.

El capítulo dos del libro es bien valioso para el lector. Titulado Attributes of High Performance Boards, nos presenta prácticas deseables según una serie de encuestas que han llevado a cabo los autores. Estas encuestas miden en qué actividades invierten su tiempo los miembros de las juntas, su participación en las estrategias y la proporción de los directores externos al desempeño de las compañías.

Los autores también dedican un capítulo a las obligaciones de la junta ante las incertidumbres de una era en que la información y el uso de Internet juegan un papel importante.

Debo advertir que no se puede esperar que este libro se convierta en un manual para miembros de una junta, ni que reemplace el asesoramiento de abogados y otros expertos en el campo.

Este libro es una gran fuente de orientación y referencia que puede ser muy útil para personas que tienen relación con este campo.  Una buena lectura, muy apropiada en este momento.

El autor es vicepresidente “senior”  de manufactura y gerente general de medicina electrónica y deportiva de Electro Biology, Inc.

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Cinco décadas de historia económica

Eliezer Curet es un respetado economista de Puerto Rico, quien ha vivido muy  de cerca,  Como él mismo dice, la historia narrada en este libro. Sus vivencias no sólo son narradas como un espectador, si no con la propiedad de aquel que desempeñó puestos de relevancia dentro de los gobiernos, lo cual sin lugar a dudas imparte a este libro el alto grado de confiabilidad que uno espera de un profesional digno y respetable como el.

El libro, sumamente completo y extenso, cubre aspectos básicos  e históricos de la economía de Puerto Rico, su relación con la economía americana,  estableciendo un paralelismo entre las dos y calificando el crecimiento de Puerto Rico como lento, tanto en lo económico como en lo social, durante la década de 1940, época de la dominación americana.

En el capítulo tres,  patrones de crecimiento económico, Cure analiza lo sucedido en Puerto Rico por medio de tablas y estadísticas, haciéndolo de una manera sencilla y usando un lenguaje que no demanda el conocimiento de un experto en las ciencias económicas para entender lo expresado por el autor.

Lo dicho por Curet no es sorpresa para aquellos que seguimos de cerca la historia del desarrollo económico y social de Puerto Rico, reconociendo un crecimiento sostenido de nuestra economía a un ritmo de 4.6 por ciento, en el periodo de 1950 a 1974.  Luego, desde el año 1975 en adelante, nuestro crecimiento mermo a un promedio de 1.3 por ciento por año,  afectando en forma significativa nuestra calidad y patrón de vida.

Un aspecto importante de este libro es la forma en que el autor examina los factores que han causado la merma en el crecimiento anterior citado, tales como nuestra naturaleza económica y la sobrepoblación esto unido a una profunda dependencia en el gobierno y, por supuesto, Los estilos y escuelas administrativas de los gobernantes.

El autor relaciona las fluctuaciones económicas aquí citadas con los estilos y épocas de los gobernadores de turno, impactando los patrones de desarrollo o inercia económicos y sociales de sus épocas. Aunque en forma limitada, puedo resumir algunos de los aspectos discutidos por el distinguido autor:

  • Luis Muñoz Marin (1949-1964).El autor resume la obra de Muñoz con gran admiración, otorgándole el crédito merecido por la transformación social y económica de Puerto Rico en esos año, Y realzando el enorme liderato del gran gobernante.
  • Roberto Sánchez Vilella (1965-1968). Presentado como un administrador extraordinario, comprometido con el pueblo, pero sin el carisma de don Luis. Se enfrentó a serios problemas con el liderato de su partido en los últimos años de su mandato.
  • Luis A. Ferre (1969-1972). Fue un gobernador; actúa con diplomacia sin crear conflictos irreconciliables entre ambos partidos. En resumen, en estos 24 años no ocurrió ninguna distracción con el funcionamiento del gobierno. Además, aquí termino un periodo político de respeto y armonía entre los partidos opositores y un mayor énfasis en la educación del pueblo.

El último cuarto de siglo se ha caracterizado por las luchas políticas sin cuartel, con énfasis en el estatus y un deterioro de la imagen del gobierno, además de serios problemas estructurales en términos de desarrollo de económico.

De las dos administraciones de Rafael Hernández Colón (1973-76 y 1985-92),  la primera se caracterizó por la crisis mundial del petróleo, Los problemas con el sector privado y el endeudamiento del país.  La segunda fue más estable y positiva, pero continuado el endeudamiento debido al financiamiento de las obras del país.

En el 1977, el entonces gobernador Carlos Romero Barceló (1977-1984) tuvo problemas al heredar la deuda del gobierno anterior. Romero Barceló fue un político extraordinario en términos de política partidista. Fue conservador administrativamente y,  con las limitaciones que tuvo,  fue razonablemente efectivo,  impulsando un mayor acercamiento a estados unidos.

La administración de Pedro Roselló (1993 al 2000) es criticada severamente por el autor, tanto en su visión, efectividad del gobierno,  errores políticos, reformas y corrupción. Y los comentarios sobre el gobierno de Roselló cubren una buena parte del libro y le toca al lector llegar a su propia opinión. El libro es muy bueno, amplio y profundo,  sin complicar el mensaje. En mis comentarios me he visto aplicado a resumir más de lo que hubiese querido,  pero el lector lo va a disfrutar.

Excelente lectura,  obligatoria para toda persona que quiera conocer el desarrollo de nuestra historia económica,  política y social,  y sorprenderse de ver como los problemas se repiten  y la solución es nunca llegan.

El autor es vicepresidente “senior”  de manufactura y gerente general de medicina deportiva y electrónica de Electro Biology, Inc.

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La corrupción y sus vertientes

La corrupción es sin lugar a dudas uno de los temas más discutidos en Puerto Rico durante los últimos años, pero desgraciadamente gran parte de la discusión se ha convertido en propaganda política, llegando al colmo de juzgar los partidos políticos en términos de deseabilidad por ser los que menos roban.

Desgraciadamente, nos hemos restado al juego de los políticos, en lugar de entender la corrupción, sus consecuencias, cómo diseñar políticas para prevenirla y combatirla. Debemos examinar la problemática bajo el punto de vista de la sociedad en forma integral, buscando los elementos que influyen en su aparición y desarrollo, precisando sus consecuencias en términos de beneficiarios, perjudicados y su impacto económico y social. O sea, la corrupción es más que un problema económico administrativo en sí. Es un problema ético y moral, Y una crasa violación de los valores positivos de una sociedad.

La corrupción ha sido definida de diferentes maneras. Por ejemplo, Enrique Iglesias, residente del banco interamericano de desarrollo, lo hace de la siguiente manera: “El uso de oficinas públicas para extraer una ganancia personal en lugar de desempeñar efectivamente el cargo público como un impuesto sobre toda la sociedad, la corrupción impone costos económicos, desvían dos recursos que se necesitan para el desarrollo, provocando una insatisfacción popular en el régimen democrático y quebrantando el tejido social de la sociedad”.

Otra definición muy aceptada define la corrupción como “un comportamiento por parte de agentes del sector público para ellos o para quienes ellos indican,  de una manera inapropiada o real,  usando o abusando para ello de la posición que le fue confiada”.

Aunque estas definiciones son claras y precisas, para mí una de las formas más preocupantes de corrupción es la conocida como la “captura del Estado” por individuos, empresas,  amistades o asociaciones ilícitas que persiguen favores especiales, acciones indeseables y no autorizadas para otros.

Esta forma de corrupción, que desgraciadamente hemos vivido en Puerto Rico en los últimos tiempos, se diferencia de la corrupción tradicional que busca cambiar la aplicación de leyes, reglamentos vigentes, A veces por soborno o por extorsión, mientras que lo que denominamos “la captura del Estado” trata de impactar la formación de leyes e influenciar los cambios para beneficiar, mediante el desvío de recursos y dineros, A ciertos grupos de interés. Como dice Rodolfo Arland en su artículo ética o corrupción: El dilema del nuevo milenio, la frase corrupción es una hija natural de la relación adúltera entre el poder político y el poder económico.

Existe hoy una inmensa bibliografía que hace patente los efectos de la corrupción sobre el desarrollo económico y social de los pueblos. Pranab Barham, en su artículo Corruption and Development: a Review of Issues, coincide con las publicaciones del banco internacional de desarrollo en su página en Internet, en que la corrupción afecta los siguientes factores:

  • El desarrollo económico: en el caso de economías altamente reguladas, O poseedoras de procesos burocráticos (caso de la permisología en Puerto Rico), Las empresas y los individuos buscan formas ilegales para romper con esas limitaciones. Éstas prácticas afectan la eficiencia de asignar prioridades del desarrollo, la apropiada utilización del capital y de otros recursos, causando una pérdida de la motivación de invertir en proyectos innovadores. Hoy existen varios estudios basados en muestras de sobre 100 países, donde un mejoramiento en las condiciones éticas y una disminución en el nivel de corrupción tuvo efectos positivos en el crecimiento del producto bruto interno per cápita.
  • Erosión de la credibilidad: El desarrollo de la democracia, Del desarrollo económico y social depende en gran parte del nivel de confianza, de la credibilidad en las autoridades, Los funcionarios del sector público y por supuesto, Los principios éticos y morales del sector empresarial. Lo preocupante es que en las últimas décadas la confianza ciudadana en nuestro sector público ha sufrido un deterioro tal, que, de no tomar acción, puede ser irreparable.
  • Impacto en los proyectos de desarrollo: todo proyecto de desarrollo exige la creación de infraestructuras, de instituciones que puedan dirigir con efectividad los mismos. Cuando por conveniencias políticas los objetivos de desarrollo son burlados, la asignación de fondos se afectará en forma radical. Un ejemplo claro es lo sucedido en el departamento de educación, que ha impactado el desarrollo intelectual de los grupos más necesitados de Puerto Rico: nuestra juventud.

Sin lugar a dudas, necesitamos transformar nuestro gobierno,  Al igual que el sector privado. Aunque debemos reconocer que la corrupción está vinculada a la ausencia de valores morales, Al poder económico,  Al narcotráfico,  Al crimen organizado, A la ausencia del sentido de dar cuenta de los funcionarios públicos, existe un factor que no podemos obviar y clama a grito su atención: la ausencia de los valores individuales y la ausencia de una integración ciudadana en una sociedad civil.

El término sociedad civil ha adquirido un nivel de importancia preponderante en América Latina, en gran parte debido a la proliferación de las organizaciones no gubernamentales con su capacidad de crear redes y alianzas. Esto es un ambiente donde los avances tecnológicos y las comunicaciones han permitido que la sociedad civil integre mediante la participación social y política a grupos de ciudadanos, movimientos sociales e individuos que actúan en interactúan con los gobiernos,  asociaciones internacionales, El mundo empresarial, Los sindicatos, Los think tank Y otros grupos de influencia.

Esta sociedad civil,  que en el año del milenio se reunió en un foro bajo el nombre “Nosotros los Pueblos”, ha logrado avances significativos en la búsqueda de formas más transparentes y democráticas de gobernabilidad.

Desgraciadamente, en Puerto Rico existe apatía a ejercer un control sobre la forma en que se conducen las actividades de la administración pública. Somos más individuos que ciudadanos, Y somos pobres en nuestra exigencia, en las demandas de una mayor y si dad del Estado y en exigir que la política, en lugar de ser una actividad de continua pérdida de confianza, Sea un instrumento de cambio social.

La corrupción demanda una participación activa de nuestra sociedad en la búsqueda de líderes que ofrezcan credibilidad en temas relacionados con valores, con ética, con justicia, con reglas de juego claras, todo esto traducido en honestidad, en transparencia, en transformaciones de nuestros sistemas educacionales y exigencia ciudadana de un mandato de gobierno con conciencia de obligación en rendir cuentas.

Corrupción puede ser combatida mediante la implementación de mejores controles institucionales. Pero estas iniciativas nunca serán suficientes a menos que se aumenten los incentivos para una mayor participación de la sociedad civil. No podemos dejar de reconocer los pobres resultados de la legislatura, las auditorías,  los defensores del pueblo.  En parte se debe a nuestra ausente demanda por una mayor esta actividad de su razón de ser. Debemos entender que el mero ejercicio de una mayor transparencia en las acciones del gobierno, aunque es un derecho de todo ciudadano, no es suficiente,  sobre todo cuando los sistemas de información y estadísticas de nuestro desarrollo económico y social están subordinados a lucir bien para justificar el poder político.

Hoy podemos notar pasos de avances. Los escándalos de corrupción son una señal clara de indignación que,  aunque huérfana de justicia, nos indica que estamos listos para organizarnos, para evitar que las normas y las prácticas que regulan una limpia y sana administración puedan ser violada.

Pero esta concientización no podrá materializarse en acciones impactantes a menos que las asociaciones profesionales, Las asociaciones sin fines de lucro,  Los sindicatos, Las iglesias y otras fuerzas ciudadanas no rompan la inercia y fomenten la creación de una sociedad civil en Puerto Rico que promueva valores éticos y morales, para detener su mayor reto: El proceso destructivo de nuestras vidas.

No puedo aceptar que el fortalecimiento de nuestra sociedad civil sea contrario a la razón de ser de muchas de las organizaciones aquí llamadas a participar en una sociedad civil,  informada, educada y con fuerza. Esta es probablemente la fuerza más poderosa para luchar contra la corrupción y probablemente la mayor fuerza de deterioro de nuestro desarrollo social y económico.

Tal ves el mejor cierre de este artículo sea las palabras de   Sor Juan Inés de la Cruz: “quien tiene mayor culpa: hay que peca por la paga o el que paga por pecar”.

El autor es vicepresidente “senior”  de manufactura y gerente general de medicina electrónica y deportiva de Electro Biology, Inc.

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Cómo cambiar el mundo

11 de abril de 2004

Por años, la economía americana ha valorado de manera significativa la participación y contribución como motor de desarrollo de los conocidos emprendedores (entrepreneurs) Y Como los mismos han impulsado la economía de los Estados Unidos, Al igual que las de otros países en desarrollo.

Ahora bien, el concepto de emprendedor se ha asignado tradicionalmente a las contribuciones a la vida económica, mientras que en este libro se reconoce que existen en nuestra sociedad un grupo de individuos quienes cuestionan constantemente el estado de las cosas, persiguen el cambio a través de nuevas oportunidades, además de no detenerse ni perder el ánimo en crear un mejor mundo.

Son este grupo de individuos los protagonistas de este libro quienes han sido responsables, tanto en los Estados Unidos, como en Brasil y Hungría, de logros y cambios sorprendentes y positivos en el sector sin fines de lucros. Son estos los verdaderos emprendedores del importante sector constituidos por las empresas sin fines de lucro.

Este libro relata la historia de muchos emprendedores sociales. Muchos de ellos no son famosos. Tampoco son políticos, empresarios ni gente que aparece en las páginas sociales, ni en las primeras páginas de los periódicos. Muchos de estos héroes son doctores, ingenieros, consultores, trabajadores sociales y periodistas. Están unidos por la fuerza de mejorar la forma de vida de los ciudadanos, tanto a nivel de ciudades, países y el mundo en general, lo cual aparece ilustrado en un mapa que localiza los lugares donde cada uno de estos proyectos ha sido implementado.

Éstos emprendedores se han convertido en Ciudadanos Sociales, muchos de ellos siguiendo los principios de San Francisco de Asís, fundador de la Orden Franciscana y Uno de los primeros emprendedores sociales.

La gran diferencia entre el franciscano y el emprendedor de hoy reside en la fortaleza que ha adquirido el sector sin fines de lucro ante el crecimiento económico, su impacto en las desigualdades sociales, problemas ambientales y la búsqueda de soluciones mediante la creación de sociedades no Gubernamentales, las cuales se han proliferado significativamente.

Esta demanda por servicios por una administración formal y efectiva del tercer sector ha requerido un mayor profesionalismo de los líderes de estas organizaciones no gubernamentales.

El libro nos relata alrededor de 20 historias de ese sito donde un grupo de voluntarios están cambiando el mundo; entre estos:

James Grant. Recibe el crédito de salvar 25 millones de vidas mediante el desarrollo de una compañía de vacunación.

J.B. Schramm. Motivo miles de estudiantes de escuela superior a iniciar su vida en las universidades.

Fabio Rosa. Provecho electricidad a las áreas rurales de Brasil, proveyendo electricidad a miles de personas.

El libro es más bien una interesante narrativa de las acciones de estos héroes,  quiénes mediante su participación,  han evitado el ritmo lento de los círculos  burocráticos,  creando historias dignas de verdadera inspiración.  Una lectura interesante e inspiradora.

El autor es vicepresidente de manufactura “senior” Y gerente general de medicina deportiva y electrónica de Electro Biology, Inc.

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Equipaje para aprender

Al recibir este libro del amigo y respetado profesional puertorriqueño, el Dr, Hector Puig, me intereso de inmediato. No tengo muchos amigos que han escrito su autobiografía y conociendo los años de experiencia diversificada de Héctor, sabía de antemano que la lectura del libro,  además de interesante me iba a proveer conocimientos que si lugar a dudas iban a contribuir al deseo constante de aprender que siempre he perseguido.

No puedo negar que al principio dude  de si mis comentarios sobre el libro seguía en la línea que procuro mantener en esta columna, aunque nunca dude de los méritos del autor Y de lo interesante que sería revelar sus esfuerzos y tesón a través de tantos años de una carrera exitosa que serviría de modelo para la juventud y otros no tan jóvenes.

El libro lo leí en tiempo récord. Me identifiqué con él y al terminarlo, no tenía dudas de que debía dedicarle mi columna. Tal ves la razón para hacerlo reside en que comparto un comentario de Héctor en la carátula del libro y cito: “una autobiografía y algo más… un tratado socio psicológico de la sociedad puertorriqueña del 1940 al presente… sus logros y dificultades… con énfasis de cultivar un buen ciudadano y una mejor sociedad puertorriqueña”. Los comentarios anteriores son parte de mi filosofía de vida.

Este libro no sólo relata la vida del amigo de Lares que nació en la calle frente al cementerio; que, como yo, estudió en Canadá y soñó en grande al observar desde un avión el blanco de las nubes mientras nos dirigíamos a una universidad en ese país.

La historia del hombre es interesante,  pero sus vivencias,  tanto fuera de la isla como enfocada dentro del desarrollo de la vida puertorriqueña,  son valiosas y enriquecedoras.

Disfrute de sus narraciones de las teorías de Maslow y de sus comparaciones con nuestra sociedad, pero más que nada la narración de sus experiencias como consultor de compañías en la selección de ejecutivos y la alineación de sus conocimientos y personalidad, con las especificaciones de las posiciones.

En mis años de experiencia entrevistado a individuos que parece que salieron del libro de Hector,   Y he trabajado con personas adornadas con diferentes estilos gerenciales, como los que Hector cita, Y hoy disfruto la diversidad que me han otorgado estas experiencias.

Una vida tan plena como la del autor,  cuyo romance con la política en términos constructivos es evidente, no podía resumirse en su autobiografía. El autor concluye con una serie de recomendaciones para transformar diferentes aspectos de nuestra sociedad en la educación, en nuestra forma de elegir los gobiernos, nuestra legislatura, la deserción escolar, las leyes y su comunicación, los problemas de las prisiones y la clasificación de los presos y otros.

Un libro para disfrutarlo,  y unas maletas llenas de satisfacciones.

El autor es vicepresidente “senior”  de manufactura y gerente general de medicina deportiva y electrónica de Electro Biology, Inc.

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