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A hacer bien lo que hay que hacer

En la revista Strategy Business seleccionaron el libro aquí discutido como el mejor relacionado con estrategias del año y debo manifestar que la lectura del mismo es un excelente complemento para el libro de los mismos autores, “Execution the Discipline of Getting Things Done”, el cual fue comentado en esta columna.

Ambos libros son una lectura obligada en el desarrollo filosófico y práctico de todo estudioso del campo gerencial.

En realidad cuando digo complemento de estos dos libros es porque muchas compañías pueden tener grandes estrategias y fracasaron al implementarlas. Los autores son claros al reconocer que son actividades separadas, pero no divorciadas ya que carecen de aspectos básicos en el diseño de estrategias. Parte de la discusión del libro es que reconoce y evita confundir la creencia de la planificación estratégica y su implementación son conceptos secuenciales y lineales.

En este libro, los autores nos citan ciertas creencias muchas veces aceptadas en términos generales con relación a lo anterior, pero que en realidad deben mirarse como algo bien diferente, a saber:

  • El diseño de estrategias es un proceso dinámico, que consideran los aspectos cambiantes de la industria, necesidades de los clientes analizando en forma innovadora y distinta, más que orientada a resultados exclusivos.
  • Considerar las estrategias como cesos de largo plazo, en términos de visión, ignorando las realidades implicadas en el factor tiempo.
  • La responsabilidad del diseño estratégico es provincia de los altos ejecutivos, juntas de directores, delegando los detalles de implementación a niveles más bajos, que sin lugar a dudas es por su conocimiento del negocio que pueden participar con éxito en el proceso estratégico planificador.
  • Posicionar las estrategias como el principal motor del futuro de las decisiones organizacionales y operacionales, en lugar de impulsarlas en función de competencias medulares y las fortalezas.

Estas cuatro creencias erradas en su base tienden a separar la planificación de las estrategias del desempeño, lo cual se convierte en lo protagónico en las organizaciones. O sea, el concepto se resume en “un exitoso desempeño, sin estrategia”.

Lo más importante, de acuerdo a los principios de este libro, es establecer la realidad de los negocios mediante el diseño de un modelo de negocios que permita el determinar si existen fuerzas que atacan las premisas básicas del negocio, donde descansan las oportunidades que debemos retar o dejar sin tocar. En conclusión, cómo planificar en forma realista el futuro de tu organización.

El modelo que los autores presentan se concentra en tres factores importantes:

El primer factor incluye las realidades externas, el historial financiero de tu industria, ambiente del negocios, la base de clientes y el análisis de causas. Éste factor es bien importante y creo que la palabra importante es “realidad”,  aspecto discutido con énfasis en el libro.

El segundo factor incluye las metas financieras, márgenes, flujo de efectivo, intensidad del capital, crecimiento de las ganancias y retorno de la inversión.

El tercer factor incluyen las actividades internas, lo cual son los aspectos operacionales internos. Todos estos factores se combinan dentro de una interrelación entre los mismos, lo cual es bien importante dentro del dinamismo que el modelo demanda.

El libro merece los créditos recibidos por la revista aquí citada. Es excelente y provee profundos y útiles conocimientos al lector. Los autores logran transmitir con facilidad, con buenos ejemplos, y proyectando su experiencia, una apreciable cantidad de conocimientos que el lector no sólo va a disfrutar Sino que tendrá la posibilidad de tener nuevas oportunidades para mejorar la realidad del proceso de planificación estratégica.

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