Hace muchos años, cuando me desempeñaba como gerente de los servicios de consultoría de Price Waterhouse & Co., tuve el placer de conocer al señor Edwin Quiñones, en ese entonces recién nombrado presidente de la Cooperativa de Seguros Múltiples mientras yo desarrollado el diseño de un plan de salarios en dicha institución.
Traigo este hecho ha colación como una forma de poder transmitir al lector que he podido seguir la trayectoria de este gran puertorriqueña desde el año 1975 y aquilatar su desarrollo a la par de una de las compañías que más admiro en Puerto Rico, la Cooperativa de Seguros Múltiples.
Para mí, éste es un Templo en el desarrollo de una cultura empresarial orgullosa de sus logros y un ejemplo de continuidad de liderato de una empresa que se ha diversificado en sus líneas de negocio, manteniendo un liderato sólido, producto de la filosofía y principios del cooperativismo en Puerto Rico.
Mi relación con esta empresa ha sido estrecha durante los últimos años, y puedo manifestar que existe una relación simbiótica entre el desarrollo de este extraordinario líder, sus sucesores y el éxito de esta empresa.
El libro en realidad es una narración del desarrollo del presidente, de la empresa desde su nombramiento, a la par de cómo se logra una relación de excelencia con la junta de directores de la misma, logrando este desarrollo en unísono mediante la creación de una cultura de trabajo donde el denominador común es el éxito del negocio y el respeto y sentido prioritario del capital humano, inspirado en el respeto de los valores de la Isla; prueba de esto es la rica colección de arte plástico puertorriqueño de la Cooperativa exhibe en su salas.
El autor nos comenta que hace 25 años no se habían desarrollado los conceptos tan sonados hoy en día como apoderamiento, eficiencia, efectividad, reingeniería, trabajo en equipo, etc. Pero, independientemente del nombre, existía en la cooperativa el convencimiento en términos de valores y de principios de que se estaba haciendo lo correcto y estos procesos, hoy de nuevo cuño, no eran extraños al ambiente de trabajo.
El libro, en resumen, describe a través de la narración de Edwin al doctor Arrieta cómo establecer una relación entre el principal ejecutivo de la cooperativa y su junta de directores, enfatizando como piedra angular la visión empresarial y los principios del cooperativismo.
Esta relación, basada en estos principios, no se limita al aspecto fiduciario y regulador, sino al verdadero desarrollo de una relación de respeto y confianza mutua.
Edwin es claro y mantiene a través del libro su creencia y respeto por los principios del cooperativismo y su respeto por el bien común, estableciendo la necesidad de una junta de directores de buscar mediante el “juego político” el bienestar de la organización, “juego” bien diferente a las empresas que conjugan el “juego económico” basado en el corto plazo y en proporción al número de accidentes de sus participantes.
Un libro profundo en términos filosóficos y de aplicación clara en términos de resultados. Un gran ejemplo de liderato; ojalá Edwin lo convierta en una conferencia magistral para estudiantes.