La administración del conocimiento es una estrategia consciente de proveer la información correcta a las personas correctas, en los momentos correctos, de manera tal que puedan tomar acción y crear valor.
Esta definición es uno de los aspectos principales de este libro. El mismo se concentra en la búsqueda y distribución del conocimiento que existe en nuestras propias compañías, en las mentes de nuestros empleados, en forma tal que podamos, en forma colectiva, identificar e implementar prácticas deseables de aplicación del conocimiento, productos de los vastos tesoros de experiencia que existen dentro de nuestro propio entorno.
Tal vez el aspecto más importante que trata este libro y la enseñanza principal del mismo es que muchas veces desperdiciamos una enorme cantidad de esfuerzos en la búsqueda (»benchmarking») de prácticas deseables, de la creación y la distribución del conocimiento en otras compañías, cuando tenemos un enorme potencial bien cerca de nuestras narices.
Los autores de este libro son prominentes miembros del Centro Americano para el Desarrollo de la Productividad y la Caridad. Esto le ha facilitado el acceso a una serie de casos relacionados con los párrafos anteriores en compañías como: Texas Instruments, Amoco, Buckman, Chevron, Sequent Computer, El Banco Mundial y otros.
Todos estos casos ilustran, como un grado aceptable, las formas cómo estas compañías han logrado reducir los ciclos del desarrollo de productos, tanto en su diseño como en su manufactura e implementan reducciones de costos altamente efectivas.
Entre los casos discutidos vale la pena citar los esfuerzos del Banco Mundial en crear un banco Depositario de conocimientos a nivel mundial. Esto es un paso en la dirección correcta, pero a nivel personal no puedo darle crédito en términos de resultados.
Un punto en el que debo darle crédito a los autores es la definición del concepto conocimiento, presentado en su primer capítulo »Definiciones del Conocimiento y su administración». Para éstos el conocimiento es »información en acción», definición clara y con un alto sentido práctico. El modelo para desarrollar prácticas deseables de adquisición y transferencia de conocimiento se relaciona primero con tres proposiciones de valor: Intimidad con el cliente, excelencia en los lanzamientos de los productos y por último, excelencia operacional.
La segunda parte define los facilitadores que son: la cultura, la tecnología, la infraestructura y los parámetros de medición.
La tercera y última faceta de este modelo se concentra en definir el modelo de camnio, que incluye cuatro fases: planificar, diseñar, implantar y crecer.
El libro es sencillo y carece de la profundidad de otros similares, aunque la descripción de los diferentes casos produce al lector una experiencia valiosa.
Esto, unido al principio filosófico de buscar el conocimiento en nuestro ámbito en lugar de fuera hacen el libro interesante.
El autor es vicepresidente de Manufactura y gerente general de Electro-Biology, Inc.