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El gerente en el campo gerencial

El autor de esta excelente compilación de muchos de sus convertibles artículos (algunos que datan desde el 1970), es probablemente una de las autoridades más respetadas dentro del campo gerencial. El ámbito de sus experiencias amplio, al igual que las muchas actividades desarrolladas dentro del campo de la educación en Wharton y la consultoría gerencial.

Esta riqueza intelectual es palpable en este compendio, que no sólo nos presenta sus investigaciones relacionadas con la teoría de sistemas, sino que expande el concepto invadiendo temas como: la educación, el papel del hombre de negocios dentro de una democracia, además de otros.

La primera parte de este libro, incluye un total de cinco (5) artículos, relacionados con la Teoría de Sistemas. Aunque los cinco artículos son excelentes, el primero, Our Changing Concept of the World, es básico, estableciendo una comparación entre el concepto del mundo, según establecido por Newton, basado en un mundo similar a una máquina, específicamente el reloj, donde las causas y efectos seguían una relación lineal y el análisis de los problemas se concentraba en reducir los problemas en sus diferentes partes, para incrementar y facilitar su entendimiento  y la probabilidad de su solución.

El concepto de Ackoff se basa en una visión holística del mundo, cuyo resultado es el producto de la interrelación de sus partes, en lugar del enfoque reduccionista de Newton.

La lectura de este artículo es clave no sólo para la interpretación de los otros artículos, sino para la comparación que el autor establece con el campo gerencial, lo cual expande en la segunda parte, titulada Planificación.

La tercera parte es excelente, bajo el título de Aplicaciones donde el autor aplica su filosofía a diferentes situaciones propias de nuestra sociedad, tales como: la educación, el crimen; razón por la cual, las personas ingieren bebidas alcohólicas,etc.

La discusión relacionada con la educación es excelente, logrando un mensaje que enfatiza los beneficios de una educación centrada en la flexibilidad y en la premisa de ‘aprender a aprende’r, en lugar de un sistema rígido y centralizado de enseñanza, según los dictados de una sociedad basada en el concepto, ‘máquina’.

La última parte, titulada Ciencia, crea conciencia a los lectores de la importancia de la experimentación, como una alternativa más efectiva que los análisis matemáticos, conocidos como correlación y regresión.

El autor, es sumamente pragmático en discutir las limitaciones de los métodos cuantitativos, dentro de una visión de un todo, influenciado por una gran cantidad de variables.

En la parte final del libro, se presenta al ‘gerente’, como el líder de una organización social, cuya responsabilidad va más allá de los resultados financieros, exclusivamente.

El autor nos presenta la organización como sistema social, donde el interés no sólo incluye aspectos financieros, pero también enfatiza el bienestar social de todos los colaboradores.

El libro es excelente, plasman los mejores artículos de Ackoff, impregnándole variabilidad y profundidad al texto.

Muy buen libro, con buen sentido del futuro, en términos de cambios organizacionales a un concepto de redes de sistemas.

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Desarrollando los recursos humanos

Mi gran amiga y respetada colega, nos dice al principio de su libro, “¡Cómo necesité un libro como éste, en mi etapa formativa como adiestradora, hace más de 40 años!” No puedo negar que durante mis inicios como adiestrador, un libro como éste, una Biblia para adiestrar adiestradores, y a otros compañeros, hubiera facilitado mi labor, haciéndola más efectiva en términos de resultados.

La autora de este libro, se ha distinguido por muchos años como consultora en las áreas de administración y adiestramiento, además de deleitarnos con dos libros, los cuales aprecio y son fuentes de información continua.

Creo que el contenido de este libro, unido a la forma de presentación, va más allá que el concepto de una guía. En realidad, la autora vierte en menos de 250 páginas, su filosofía, su experiencia, integrada a la colaboración de reconocidas figuras locales; cuyas experiencias y colaboraciones enriquecen el caudal de conocimientos y experiencias prácticas, convirtiendo este libro, no sólo en un instrumento práctico, sino en un poderoso arsenal de convencimiento, para facilitar el despliegue de la educación dentro de las organizaciones.

El libro sigue el estilo de los anteriores -fácil, ágil y rico en ejemplos- aunque nos lleva mediante la experiencia de la autora a través de muchos años. No pierde la perspectiva del futuro, al presentarnos una entrevista con mi buen amigo Luis González Arbueso, donde discuten con la autoridad los asuntos a atender en el adiestramiento del futuro.

Esta entrevista es un instrumento poderoso en llevar un mensaje, en términos bien pragmáticos del papel que juega la educación en la creación de una infraestructura humana, prioridad indiscutible en una Economía del Conocimiento.

El libro permite la implantación de los conceptos vertidos en el mismo, ya que incluye elementos que van desde los arreglos físicos del sitio de trabajo, formularios para determinar necesidades, hasta medir la efectividad de la gestión, además de una serie de lecturas completarías que enriquecen el contenido del libro.

Es importante enfatizar que muchos de estos documentos son autorizados por firmas como Abbott, lo cual evidencia que han sido probados en la práctica por compañías cuya  dedicación a la excelencia del Recurso Humano es altamente respetada.

La lectura de este libro se recomienda, no sólo al personal de recursos humanos, creo que el mismo es un excelente instrumento para la alta gerencia, para entender un proceso vital en el desarrollo de nuestro principal recurso, un ser humano capacitado, productivo y creativo.

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Alcanzando el éxito en empresas comunitarias

Cuando analizamos la economía de Puerto Rico, podemos notar cuatro (4) sectores activos, tanto en términos de su tamaño, como en su crecimiento. Tres de estos sectores: el Público, el Informal o Subterráneo y el Privado, contribuyen de manera significativa por tamaño y crecimiento (varía por sectores).

El cuarto sector, conocido como el Tercer Sector, se encuentra a la saga de los anteriores, en gran parte, por su estancamiento, en términos de su tamaño y crecimiento.

Esta realidad es desafortunada, ya que el Tercer Sector, tiene un enorme potencial de crecimiento y sobre todo, puede reemplazar de manera más efectiva, muchos de los servicios prestados por los gobiernos, en la actualidad.

El libro aquí discutido, es el resultado de un estudio diseñado por los autores, para identificar patrones de comportamiento y éxito, usando como base de referencia, cuatro casos: lo Urbano, lo rural, la Manufactura y la Agricultura.

Los autores, nos describen la metodología desarrollada en la búsqueda de denominadores comunes, responsables del éxito económico y social de dichas empresas.

La discusión de este libro, es para mí sumamente gratificante, ya que cuando fungí como presidente de la Junta de Directores de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, conocí de cerca estas cuatro (4) empresas: Producir, Inc., Las Flores Metalarte, la Organización de Agricultores de Barrio Espino y Las Artesanas.

Dos de las anteriores, resultaban bien familiares para mí. Por ejemplo, tuve relaciones profesionales (consultoría) con Metalarte, en sus inicios, y luego a través de la Fundación de Puerto Rico. Lo mismo sucedió con Producir, siendo testigo y admirador de dos procesos de transformación, excelentes en términos de resultados, pero más que nada, de un liderato compartido, clave del éxito de estas empresas.

Los otros dos proyectos, evidencian su éxito a través de las páginas del libro. Desgraciadamente, no he tenido una relación tan estrecha con éstas, como con las anteriores.

El libro, dividido en ocho capítulos, incluyendo una descripción del estudio y su metodología, una descripción del éxito de cada proyecto, terminado el mismo con un análisis comparativo (Capítulo 7), y con unas conclusiones y recomendaciones al final del libro (Capítulo 8).

El aspecto analítico, se presenta bajo cuatro puntos de vista: La Empresa, El Contexto Mercantil, el Contexto Institucional y el Comunal, enfatizando el liderato participativo de sus miembros.

Las conclusiones y recomendaciones, logran en forma exitosa la identificación de circunstancias que contribuyen al éxito de las empresas comunitarias. Entre estas, el espíritu de sacrificio inicial de sus miembros, el liderato y la importancia de los productos y valor agregado a ofrecerse.

Las recomendaciones van dirigidas a diferentes sectores: las empresas y grupos comunales, el gobierno, fundaciones, iglesias y bancos, entre otras.

Para mí, un gran estudio, hábilmente presentando, pero más que nada, un ejemplo de la necesidad que todos tenemos de conocer, aprender y comprender parte de nuestro tiempo al tan importante Tercer Sector.

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Manufactura de clase mundial

Siempre he creído que todo en la vida puede entenderse si se explica en forma sencilla, con ejemplos de la vida cotidiana y sobre todo, si logramos llevar el mensaje en forma tal, que logre identificar a los participantes con el mensaje que queremos llevar.

Desagraciadamente, la gran mayoría de los libros denominados como “Manufactura de Clase Mundial”, tienden a complicar el mensaje y casi siempre dirigen el contenido de los mismos a los niveles altos de la organización, olvidando que son los supervisores y los operadores, los verdaderos protagonistas en la transformación de los procesos de manufactura de unos enfoques tradicionales. Basados en altos inventarios, departamentos especializados por maquinarias, exceso de planificación y un control férreo de la gerencia sobre la utilización de los equipos y las actividades de calidad del producto.

Estos enfoques contrastan con técnicas conocida como de “Clase Mundial”, desarrolladas en gran parte por los japoneses, fundamentadas en la agilidad, la responsabilidad de todos por calidad, la prevención, la eliminación casi total de los inventarios como medidas remediables, y el diseño de las líneas de ensamblaje tipo células, promoviendo el uso de equipos de trabajo.

El libro aquí en discusión, altamente aclamado por la crítica de los Estados Unidos, nos narra en sólo 90 páginas un proyecto para construir un librero en un garaje de un ingeniero mecánico conocido por Joe, quien invita a un grupo de sus vecinos, incluyendo un empleado, Ralph, quien trabaja en una compañía japonesa en los Estados Unidos, y es parte del grupo de vecinos invitados al proyecto de construcción de libreros en el garaje de Joe.

El libro nos contrasta el desarrollo del proyecto mediante la programación de un sistema de manufactura tradicional vis a vis, las técnicas desarrolladoras por Toyota en Japón, adaptadas a la cultura americana.

Es sorprendente cómo los autores describen en forma sencilla, tipo cuento, con un alto sentido de humor, cómo el proyecto se desarrolla y cuán ventajoso resulta la aplicación del sistema menos estructurado, pero altamente efectivo del grupo que dirige Ralph, cuya metodología resulta altamente efectiva.

Los métodos desarrollados por Toyota fluyen con facilidad asombrosa dentro del texto, sin obviar el humor de su presentación y como algo tradicional, los mismos son presentados al final, en un glosario de términos que los define con gran claridad.

Este libro de sólo 90 páginas, es rico en contenido. Su precio es sólo $7.95 si es prepagado y puede leerse en una hora, sin sacrificar su comprensión.

Su lectura es altamente recomendada a todas las personas en manufactura, pero si se quiere optimizar su aplicación, asigne el mismo a grupos de trabajo y promueva la discusión en grupos sobre los conceptos aquí presentados; se sorprenderá de los resultados.

Excelente libro, fácil, simpático y sobre todo, efectivo.

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Críticas de libros en un Nuevo milenio

Hace muchos años era para mí motivo de asombro que mi abuelo había nacido en el siglo pasado, y era una de mis fuentes de sabiduría. Hoy me he enfrento a la realidad que dentro de unos pocos días yo también podré decir que nací en un siglo pasado y reconocer, como mi abuelo, las enseñanzas que los años han añadido a nuestras vidas, y sobre todo, el deber que tenemos de compartirlas, como parte de nuestro deseo de incrementar nuestra búsqueda de una mejor calidad de vida.

Aunque el acontecimiento de un nuevo siglo sólo cubre aquellos que nos cobijamos ante el Calendario Gregoriano, considero que es un acontecimiento que merece cierto tipo de análisis, especialmente si trato de enmarcarlo dentro de mi columna de crítica de libros y qué tendencias los mismos predicen en términos del futuro.

Tal vez, una de las principales lecciones de los mismos es que el futuro no se predice sino que se construye, aspecto clave en términos de una visión de un nuevo milenio lleno de positivismo y con un profundo sentido de esperanza y confianza en el ser humano y su potencial de desarrollo.

Cuando analizamos el cúmulo de lecturas discutidas en esta columna, hemos discutido en gran detalle la transición de una economía industrial, gobernada por la conversión de la materia prima, mediante el uso de la labor y el capital financiero, en valor, a una nueva economía, donde el conocimiento y la información reemplazan los factores de capital tradicional por el capital intelectual se convierte en el eje principal de la economía y la sociedad.

Gran parte de los libros discutidos gravitaron alrededor de los de los conceptos de la globalización, tema controversial en términos de su impacto sobre los aspectos sociales, políticos y económicos del mundo, creando un desbalance entre las naciones ricas y pobres del mundo. Hoy, el sonoro fracaso de la Conferencia de Seattle, donde las naciones del mundo buscaban soluciones a los problemas de la globalización, evidencia que este fenómeno, aunque irreversible, no puede dictar por sí sólo el futuro de la humanidad y demanda una mayor responsabilidad de justicia social de los países líderes de este mundo.

Cuando observamos los acontecimientos principales del siglo que llegó a su ocaso, sin lugar a dudas, el más preponderante y fuerza motora principal del cambio, ha sido la revolución tecnológica el factor principal del cambio transformador de nuestra sociedad y economía.

La velocidad del cambio tecnológico, denominador común de muchos de los libros discutidos en esta columna, es el factor limitante que impide hacer predicciones de qué nos depara el futuro. Las posibilidades de cambio van más allá de nuestra imaginación y no creo podamos analizar tendencias que excedan los próximos años.

El siglo que terminó fue el protagonista principal de la aplicación de diferentes modalidades gerenciales, tales como las técnicas de competitividad japonesa, la reingeniería, el control de calidad total y muchas más. Desgraciadamente, cuando pasamos balance, los resultados en términos de la efectividad de dichos conceptos y sus aplicaciones, veremos con desencanto que los mismos no guardan relación con las expectativas originales, ¿producto de las técnicas? No, resultado de la ausencia de profundidad y el uso de enfoques y soluciones generalizadas que no aplican a una economía basada en el conocimiento.

Los resultados anteriores no pueden ser fuente de desaliento, al igual que pensar que comenzamos un nuevo siglo donde hemos gastado millones de dólares en solucionar un problema de fecha. Lo más importante en este momento es verdaderamente averiguar qué hemos aprendido y qué futuro queremos crear.

Tal vez uno de los mensajes principales de mis críticas, en ruta a un nuevo siglo, es que en un mundo donde la tecnología domina y ha sido responsable de crear una zona de vida fácil, donde la confusión entre lo real y lo virtual intoxica nuestra vida diaria, no podemos aferrarnos al comfort, ni ser servidores de la robótica, el comercio electrónico, etc…

Lo principal es que debemos reconocer que la tecnología no existe en vacío y que el poder de lo que hoy conocemos como alta tecnología, también tiene sus consecuencias, algunas buenas, otras malas, pero nunca neutrales. La tecnología no puede verse en vacío. Debemos mediante esfuerzos colectivos lograr una integración entre la sensibilidad humana y la inteligencia artificial.

El futuro demanda un mayor pluralismo. Los administradores no pueden permanecer dentro de sus empresas asumiendo como única responsabilidad las utilidades de las mismas, el concepto de un administrador humanista adquiere mayor relevancia, enfatizando su función social.

El recurso humano se ha convertido en el principal activo de las empresas, por tanto tenemos la responsabilidad de enriquecer el capital intelectual de las empresas. Pero para esto debemos responsabilizarnos por el capital social, que demanda que las empresas operen dentro de una sociedad con valores donde exista la confianza mutua entre sus miembros permitiendo la convivencia. Por tanto, debemos educar, combatir el crimen y respetar el ambiente.

Los libros que hemos criticado en esta columna persiguen crear un alto grado de sensibilidad en el hombre de negocios. Ser dueños y no víctimas de la tecnología y el conocimiento, pero sobre todo, creadores de sociedades que aprendan de sus errores y sueñen con lo imposible. Que reconozcan que la educación debe ser por vida, que sean líderes y facilitadores de una mejor comunidad, fuente principal de la materia prima, el Ser Humano.

En tres años hemos discutido muchos libros. Los siguientes son importantes al mirar el nuevo siglo:

  • Competing for the Future por G.k. Prahalad y Gary Hamel
  • Leading Change por John P. kotter
  • The Ffth Dscipline por Peter Serge
  • Teaching the New Basic Skills por Richard J. Murdane y F. Levy
  • Cooperate to Compete por Preiss, Goldman y Nagel
  • The Lexus and the Olive Tree, Understanding Globalization por Thomas Friedman
  • New World, New Rules por Marina U.N Whitman
  • The Hungry Spirit por Charles Handy
  • The Great Disruption pot Francis Fukuyama
  • Confianza por Francis Fukuyama
  • Strategic Safari por Minteberg, Ahlstrand y Lampel

El mensaje es claro, estamos ante un nuevo siglo, lleno de incertidumbre y sólo el ser humano capaz de hacer y decir lo que piensa, lo que es correcto, en lugar de lo que es conveniente, familiar o popular; dotado del valor para actuar con justicia, visión integral y sentido de identidad puede crear un futuro lleno de esperanzas y justicia social basados en el bien común.

Si esto lo logramos en los próximos 20 año, el nuevo siglo será mejor que el que vivió mi abuelo y el que hoy disfrutamos.

 

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